20 de myo del 2020
Trataba de imaginar el contraste, de buscarle la forma pero esas son cosas inútiles cuando no se acepta la naturaleza. En ocaciones solo se necesita la capacidad de sentarse y ver el agua correr, las piedras rodar, las nubes pasar y lo que quieras imaginar.
El tiempo, amigo del olvido y del recuerdo por partes iguales, se elevará por encima de cualquier impedimento para saborear con júbilo el logro alcanzado, ese logro de ver las plantas brotar de sus raíces, con fuerza con ánimo, extendiendo sus verdes hojas al cielo azul, para el tiempo también es lo mismo ver a los árboles dejar caer sus hojas marrones, libres para regresar al suelo...
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